Spínola, Beato Marcelo
     [967](1835-1906)

 
   
 

       Fundador de las Esclavas Concepcionistas del Divino Cora­zón en 1885. Celoso pastor, hombre piadoso, sacerdote ejemplar, siempre dispuesto a dar su vida por sus ideales, este Arzobispo de Sevilla, Car­denal en los últimos me­ses de su vida, fue una de las grandes figuras de la Iglesia española de finales del XIX.
   Nació en 1835 en S. Fernan­do, en Cádiz. Era descendiente de la noble familia de los Spínola y su padre era marqués de esta titularidad. La distinción de su familia le permitió una educación elegante. En 1849 inició estudios de Derecho en Valencia. En 1852 se trasladó a Sevilla para terminar sus estudios. En 1856 abrió su despacho de abogado en Huelva, pero pronto entendió que su vocación era el sacerdocio y comenzó a estudiar Teolo­gía en particular, aunque siguió ejerciendo la abogacía.
  En 1863 se tonsuró y llevó el traje talar. Ordenado sacerdote en 1864, fue nombrado capellán de la Iglesia de la Merced, de Sanlúcar de Barrameda. En 1871 fue designado Párroco de S. Lorenzo de Sevilla. Allí conoció a Celia Méndez, con la que fundó el Instituto de Esclavas del Divino Corazón.
   En 1879 fue nombrado canónigo de la Catedral. En 1880 se le designó como Obispo Auxiliar de la Diócesis, siendo objeto de celos y envidias por el cabildo, por lo que apenas si pudo ejercer su misión. En 1884 fue nombrado Obispado de Coria. En 1885 fue aprobada la Congregación de "Esclavas Concepcionistas", que llamó así en honor de la Inmaculada. En 1886 fue designado Obispo de  Málaga y en 1895 fue elegido Arzobispo de Sevilla.
   Su vida social y política, como procurador del Reino, fue intensa, sobre todo por sus discursos parlamentarios en favor de la libertad de enseñanza y de los derechos seculares de la Iglesia.
   En 1905 fue elegido por Pío X Cardenal de la Santa Iglesia. Su salud se fue resintiendo durante este año y falleció piadosamente en 1906, dejando el recuerdo de un hombre bueno, ilustrado y muy profundo y sereno en sus planteamientos sociales. Fue Beatificado por el Papa Juan Pablo II el 29 de Marzo de 1989.